POLITICAS PÚBLICAS PARA APOYAR LAS PYMES DE LA REGION DEL GRAN CARIBE
Un objetivo central de las organizaciones responsables de apoyar a las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) en América Latina y el Caribe, es mejorar el potencial de crecimiento, innovación y competitividad de las PYMES en la región.
Tomando esto en cuenta, el 18 y 19 de agosto de 2014 la Asociación de Estados del Caribe (AEC), en colaboración con la Secretaría Permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), y con el apoyo del Ministerio de Trabajo y Desarrollo de las Micro y Pequeñas Empresas de Trinidad y Tobago, celebró con éxito el “Taller Regional sobre Políticas Públicas para Apoyar a las PYMES”.
El Taller Regional sobre Políticas Públicas para Apoyar a las PYMES buscaba la participación de representantes gubernamentales y de organizaciones regionales en el terreno del desarrollo de las PYMES, y su propósito era impartir capacitación a los funcionarios gubernamentales sobre el diseño, instrumentación y evaluación del impacto de las políticas públicas en el desarrollo de las PYMES; ganar conocimiento sobre las distintas metodologías aplicadas con éxito por los países de la región y a escala internacional; y promover un intercambio continuo entre los participantes.
Las empresas pequeñas y medianas (PYMES) son consideradas en todo el mundo como los motores impulsores del crecimiento económico y de creación de empleos. Estas empresas se sitúan en el núcleo de la actividad económica a lo largo y ancho del Gran Caribe, y están entre los pilares centrales para el éxito del Caribe. Aunque sigue existiendo cierta disparidad en cuanto a una definición común de lo que constituye una empresa de dimensiones pequeñas y medianas, las PYMES permanecen en el centro de un crecimiento sostenido en toda la región.
Las PYMES del Caribe representan la mayoría de los puestos de trabajo existentes, y son las generadoras de la mayor parte de los nuevos. En América Latina y el Caribe, las PYMES representan el 90-95% de los establecimientos/negocios creados en la manufactura, el comercio y el sector de los servicios. Generan aproximadamente el 85-90% de los puestos de trabajo y contribuyen en alrededor de un 30-40% al Producto Interno Bruto (PIB) de los países de la región.
La promoción de las Pequeñas y Medianas Empresas puede ser considerada como un enfoque viable para el desarrollo sostenible. Este sector moviliza escasos recursos y con frecuencia ofrece un balance para los mercados y las economías internas en los países menos desarrollados (PMD). Es por ello que las PYMES han seguido siendo uno de los sectores más importantes para las naciones del Caribe. Las PYMES representan uno de los vehículos más realistas para confrontar el reto del desempleo y la pobreza en muchos países, ya que crean el vínculo que conforma el círculo completo entre las empresas y sectores productivos, y ofrecen un potencial mayor para los productos relevantes localmente y la innovación en los servicios.
Se ha llegado a la conclusión de que el desarrollo de las PYMES demanda elementos rectores específicos, entre ellos la necesidad de un marco fortalecido de legislación, políticas, instituciones y bienes públicos que respalden las perspectivas y oportunidades de crecimiento dentro del sector. Tiene que existir una legislación, así como políticas públicas, que dispongan el entorno propiciador, apoyen la creación de PYMES y contribuyan al sostenimiento en aras de la producción. Un elemento importante en este enfoque hacia las políticas públicas en las condiciones actuales, es la necesidad de promover el desarrollo de un entorno que favorezca la cooperación inter-empresarial, que estimule los procesos de innovación, contribuyendo así al fortalecimiento de las capacidades técnicas y la mejora de la capacidad de gestión de las empresas. De este modo, las políticas de apoyo a las PYMES están encaminadas directamente a la creación de condiciones para promover un entorno local favorable para el desarrollo productivo.
Los participantes en el taller, junto con los expertos del SELA, se centraron durante los dos días que duró el taller en la identificación de las mejores prácticas en materia de políticas públicas en la región, y el intercambio de estas experiencias para el desarrollo en general de políticas públicas encaminadas a la creación de un ambiente óptimo para el crecimiento dentro del sector de las PYMES. Las presentaciones de los Consultores del SELA, así como las ponencias de los representantes nacionales de Trinidad y Tobago, Haití, Brasil, Jamaica y Barbados, entre otros, enfatizaron enérgicamente en la necesidad vital de la existencia de un entorno facilitador para el crecimiento del sector de las PYMES.
La región, en ciertos casos, ofrece una óptica positiva, ya que algunos Estados Miembros indicaron que dentro de la esfera nacional se está desarrollando el marco legislativo y la estrategia política para el sector, y en ello se toman providencias para las PYMES a través de: incentivos; (ej.: exoneración de los derechos de aduana y los impuestos sobre insumos, beneficios en virtud de la Ley del Desarrollo de las Pequeñas Empresas); esquemas de financiamiento (ej.: esquema de seguro de crédito a la exportación; mejores esquemas de garantía de crédito); desarrollo de la innovación y la competitividad (ej.: subvención para la investigación y desarrollo del mercado; exploración de las PYMES locales con un elevado potencial para el éxito en los mercados emergentes; vínculos de las PYMES con las cadenas y redes de valor globales); y entrenamiento/fomento de capacidad (ej.: programa especial de asistencia técnica; adopción y adaptación del Modelo Centro de Desarrollo de los Pequeños Negocios (SBDC)). Estas son solo parte de las estrategias identificadas por los países presentes.
El desarrollo de firmas y empresas competitivas a escala internacional constituye una preocupación de envergadura dentro de nuestra región. Como resultado, la internacionalización figuró también como una elevada prioridad entre las necesidades de apoyo a las PYMES. La internacionalización de las PYMES se refiere a “un proceso de innovación que permita a las PYMES participar en la arena internacional como exportadores, y que facilite su acceso a materias primas de calidad y otros insumos a precios justos y razonables”. Para las PYMES de la región, el reto de la internacionalización ha demostrado ser difícil, una vez que estas compañías enfrentan los obstáculos y limitaciones que se derivan del déficit de capacidad de los recursos humanos; escasez de capital de trabajo para financiar las exportaciones; inteligencia de mercado limitada; dificultad para desarrollar nuevos productos para los mercados extranjeros; y el cumplimiento de la calidad, los estándares y las especificaciones de la exportación.
Un resultado beneficio esencial del taller fue, por supuesto, el espacio que se ofreció para el diálogo y el intercambio entre los participantes, lo que posibilitó la interacción que condujo a la identificación de actividades esenciales para la facilitación de la internacionalización en la región. Lo primero, según lo resaltado por los participantes, es la necesidad de contar con Agencias Gubernamentales y Estatales Coordinadas que aborden problemáticas tales como la sincronización de políticas entre los Ministerios para la exportación y la importación; la capacitación sobre la regulación y los estándares; y el desarrollo coordinado de financiamiento, entre otras. La Coordinación de las PYMES fue otro punto traído a colación. Se destacó que las iniciativas gubernamentales para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas se despliegan mejor entre grupos o asociaciones de PYMES. Esto quedó claramente demostrado en el enfoque planteado por Brasil, donde se emplean Acuerdos Productivos Locales (APL) - “una aglomeración de compañías, ubicadas en el mismo territorio, que son especializadas y que mantienen la interacción, la coordinación, la cooperación y el aprendizaje entre ellas y con otras instituciones locales como Gobiernos, asociaciones, bancos, instituciones de crédito, enseñanza e investigación”. Ello se refiere también a sistemas o agrupaciones productivas. El uso del modelo SBDC fue considerado asimismo como un elemento integral en la coordinación de las PYMES y fueron numerosas las recomendaciones para adoptar y adaptar este enfoque.
Queda claro que el objetivo máximo de las políticas públicas en esta área es impulsar el dinamismo entre las empresas y los sectores económico y empresarial, de manera que puedan elevar su capacidad competitiva y responder con eficiencia a la dinámica de los mercados. Al abordar las problemáticas de las PYMES a escala regional, el desafío yace en aunar todas las iniciativas de un modo cohesivo. En lo referido a la política pública, las directrices políticas deben: fomentar la interacción sistémica; promover el fortalecimiento de las capacidades productivas e innovadoras; ser cohesivas y coherentes con respecto al desarrollo local y considerar las implicaciones y los efectos económicos, políticos, sociales y medioambientales. El trabajo sobre la promoción y el desarrollo de las PYMES continua su curso dentro de la región del Gran Caribe, y la Asociación de Estados del Caribe, mediante sus Direcciones Temáticas, ejecuta proyectos e iniciativas encaminadas a apoyar y hacer crecer el sector de las PYMES dentro del Gran Caribe.
Alberto Durán es el Director de Comercio y Kariyma Baltimore es la Asesora de Comercio de la Asociación de Estados del Caribe. Los comentarios u opiniones pueden ser enviados a feedback@acs-aec.org