La realidad del cambio climático y de sus impactos presentes y potenciales en nuestras sociedades ya está reconocida a nivel internacional. Esta toma de conciencia coloca al desarrollo sostenible y a la transición ecológica entre los primeros desafíos que tenemos que enfrentar hoy en día.
El cambio climático, que provoca daños cada vez más frecuentes y graves, complica los esfuerzos de reducción de la pobreza en zonas ya económicamente frágiles.
El Gran Caribe, una región que está regularmente afectada por catástrofes de varios tipos, es particularmente sensible a los efectos del cambio climático, con sus consecuencias nefastas sobre el desarrollo económico y social y la estabilidad económica.
La AEC, que obra por la reducción y la gestión de riesgos de desastres, impulsa un proyecto cuyo objetivo es dar una « respuesta verde », o sea tomar en cuenta el medio ambiente en situaciones de catástrofes.
El proyecto « Respuesta Verde a Desastres», responde a la necesidad de tomar en cuenta el desarrollo sostenible incluso en situaciones de crisis, ya que, en la mayoría de los casos, en esas situaciones la movilización se concentra en las respuestas a las necesidades sin buscar la eficacia ecológica a largo plazo. Esas respuestas deberían de respetar los valores y principios que permiten minimizar el impacto del hombre en el desarrollo sostenible. El objetivo a largo plazo es promover, a todos los niveles, la transición ecológica que tanto y tan urgentemente necesita nuestro planeta.
